Los jóvenes no suelen pensar en el impacto de la marihuana en sus cerebros en desarrollo. La marihuana no solo dificulta la capacidad de pensar con claridad, aprender y resolver problemas de forma eficaz, sino que su consumo regular puede provocar cambios duraderos en el cerebro. 1 de cada 6 adolescentes que consumen marihuana se vuelven adictos y cuanto más jóvenes empiezan, mayor es la probabilidad de adicción. El consumo de marihuana también se relaciona con la depresión, la ansiedad, la paranoia, el abandono escolar y la disminución de los resultados en los exámenes.